En el corazón de Suiza, una elegante vivienda unifamiliar de tres plantas, sótano, planta baja y primera planta, representaba un desafío que pocos se atreverían a asumir. No se trataba simplemente de domotizar una casa, sino de cumplir requisitos tan específicos y exigentes que parecían incompatibles entre sí.
Nuestro partner suizo, RNHC Services, confió en el Ecosistema Adquio y lo que sucedió fue una auténtica revolución tecnológica.
El cliente final tenía una visión clara y ambiciosa:
✔️ Quería usar Casambi sí o sí para controlar toda la iluminación.
✔️ Exigía gestionar también la calefacción y las persianas de cada estancia.
✔️ Todo debía funcionar desde un único sistema centralizado.
✔️ Además, pedía una APP móvil para tener control absoluto desde cualquier lugar del mundo.
Un sueño para el usuario, pero una auténtica pesadilla para cualquier integrador sin las herramientas adecuadas.
La instalación se resolvió con lo mejor del Ecosistema Adquio:
Y como toque magistral: Interruptores EnOcean inalámbricos y sin batería, instalados libremente en cada estancia, sin obras ni mantenimiento. La libertad total en la distribución del hogar, con la máxima comodidad y eficiencia.
Todo el sistema de control —incluido el receptor de sondas LoRa— se montó de forma ordenada en el sótano, desde donde se gestiona sin problema toda la vivienda, gracias a la excelente cobertura y eficiencia del sistema.
Este caso no solo destaca por el resultado final, sino por los beneficios que aporta a cada parte:
Gracias a la APP de Adquio, los propietarios tienen el control total de su hogar en la palma de la mano, desde cualquier lugar con conexión a internet. Desde su móvil pueden:
Todo, unificado.
Todo, fluido.
Todo, posible… con Adquio.
Lo que parecía un desafío inabarcable se transformó en un sistema robusto, elegante y absolutamente funcional. Este caso de éxito demuestra una vez más que, con Adquio, no hay límites en el control inteligente del hogar.
Si tú también tienes un proyecto ambicioso que necesita una solución a la altura,
En Adquio, hacemos posible lo que otros no pueden imaginar.
