Adquio, cambiando la historia
Desde que la informática existe, siempre ha habido una gran distancia entre los programadores «tradicionales» y los programadores de controladores, ya que ambos mundos eran muy diferentes.
Por una parte, esto se debía a la baja potencia de los controladores, que necesitaban lenguajes de programación muy cercanos a la máquina, normalmente similares a lenguaje C, difícil de aprender, y diferente entre diferentes marcas.
Por otro lado, las empresas de software no se acercan a este mundo por que para ellos era un gran esfuerzo aprender estos nuevos lenguajes. Por otra parte no podían interactuar de forma directa entre su software y estos controladores programables, todo se hacía excesivamente complicado.
Pero qué pasaría si de pronto encuentras un controlador programable que se programa en el mismo lenguaje que ya conoces y que se puede integrar en tus API de forma directa y natural. Con esto podrías hacer que tus aplicaciones tomen un nuevo rumbo que hasta la fecha no habías pensado, ahora tus aplicaciones podrían interactuar con la realidad en tiempo real.
Si esto fuera posible la separación entre autómatas programables y programación tradicional desaparecería y cualquier cosa que pienses la podrías convertir en realidad. ¿Quieres jugar al Tetris con las luces de un edificio? ¿Quieres hacer figuras con el agua de una fuente? Puedes hacerlo y trabajando de forma natural en JavaScript.
Que quieres cambiar el tono de la iluminación en función del % de CO2 que hay en el ambiente… pues también puedes y lo haces en tu lenguaje favorito.
Adquio te permite todo esto, y no solo eso, sino que te permite conectarte a cualquier API de tus APPs web o de internet, y usar los datos obtenidos para efectuar operaciones en el controlador programable. Imagina los campos que esto te abre, ahora cuando una empresa te pregunte… «¿Conoces a algún programador de autómatas programables?», en vez de responder -no-, tu respuesta será, -Si, nosotros mismos lo podemos hacer, pero debe ser con Adquio-.
La historia cambia, las tecnologías confluyen, y siempre que esto sucede aparecen nuevas oportunidades de negocio que antes no existían, ahora el límite está en tu imaginación y en encontrar cómo aprovecharlas.